Motivación: El impulso para conquistar tus pendientes
- ÚNICOS
- 14 nov 2024
- 2 Min. de lectura

Arreglando la casa encontré un rompecabezas que me obsequiaron hace varios años, es del afiche de una de mis películas favoritas, y que aún permanece en su caja. Reconozco que me interesa armarlo, he tenido tiempo para armarlo y disfruto mucho de los rompecabezas. Entonces, ¿a qué se debe que aún no lo haya hecho?
Al igual que mi rompecabezas pendiente, podríamos tener un viaje en espera, un nuevo idioma por aprender, desarrollarnos personal y profesionalmente, hacer cambios profundos en nuestro estilo de vida e incluso tener una conversación importante que llevamos años evitando. Algo parecido a una lista de pendientes que nos interesa cumplir y que, por diferentes razones, hemos venido postergando.
La acción de postergar tareas a manera de evasión o sin una razón justificada se define como procrastinar. Entendamos que las personas procrastinamos porque nuestro cerebro prefiere recompensas rápidas y evita lo que nos causa incomodidad, aún sabiendo que puede haber consecuencias negativas.
Si elaboramos un plan de ruta o estrategia para dejar de procrastinar, lo primero sería realizar una lista de los pendientes que reconocemos como importantes.
Para esto, recordemos todo aquello que nos gustaría que suceda en nuestra vida y dependa de nosotros hacer que suceda. No importa la cantidad, lo importante es que realmente nos interese cada uno de los pendientes que podamos reconocer.
Si ponemos atención, cada pendiente acerca nuestros deseos a la realidad. Si este anhelo consiste en desarrollarnos a nivel profesional de manera exitosa, lo que nos conducirá a conseguirlo será tomar cursos de especialización, adquirir o mejorar habilidades o ampliar nuestros contactos profesionales.
Por otro lado, si el deseo es viajar a un destino en particular, lo que nos conducirá a realizarlo será definir el propósito del viaje, estimar costos y tener un plan de ahorro o de financiamiento.
Los pendientes son los propósitos que nos llevan a cumplir diferentes anhelos.
Abordemos cada pendiente de forma individual y con la intención de movernos a diferentes acciones que nos permitan alcanzarlos, hagámonos las siguientes preguntas:
¿Cuál será el beneficio de lograrlo?
¿Qué tan comprometido estoy con eso que identifico como un pendiente?
¿Cuál es el mejor momento para emprender la acción?
¿Cómo me sentiré cuando lo haya logrado?
¿Cómo me sentiré a futuro si no lo hago?
Tener una planificación acerca de las diferentes tareas nos ayuda a aliviar la carga mental y acercarnos a emprender acciones. Es recomendable establecer pasos y tiempos que nos permitan avanzar progresivamente.
También aprender a reconocer y valorar nuestro propio esfuerzo, por pequeño que este sea, nos ayuda a estar conscientes de que estamos trabajando por lo que deseamos alcanzar.
Al igual que la motivación es el motor que nos mueve hacia dónde queremos ir, los pendientes son las acciones que convierten nuestros anhelos en realidad.
En resumen, los pendientes están relacionados con sueños y aspiraciones que no hemos podido realizar. Para abordarlos de la mejor manera debemos tener presente que, “La vida es como un café: Si no lo disfrutas pronto, se enfría”.
¡¿Qué esperas para dar el primer gran paso hacia tus deseos?!
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